La ternura entre un perro de raza labrador y un niño con síndrome de down demuestra en estas imágenes el grado de interacción al que puede llegar un animal con su pequeño amo.
Hay muchos artículos escritos sobre las bondades en terapias asistidas con perros para personas que conviven con una patología de origen físico o cognitivo, que también afectan a poblaciones en condición de vulnerabilidad emocional y social.
Un animal es fuente de cariño, compañía y soporte emocional, características muy importantes en la vida de un ser humano. Estas características son innatas e incondicionales en un animal: él siempre está allí, pase lo que pase, no juzga a las personas según aspecto físico u otras características atribuibles al mundo humano. El afecto incondicional que manifiesta inspira seguridad, atención, intimidad y sensación de aceptación a las personas.
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