Está más que demostrado el daño que el tabaco no sólo produce a aquellas personas que lo fuman, sino también a las de su alrededor, los “fumadores pasivos“. Parece lógico pensar que si es perjudicial para los seres humanos también lo sea para los animales que están cerca y respiran ese aire nocivo.
Carolynn MacAllister (Universidad de Oklahoma) ha hecho estudios al respecto sobre mascotas en casas de personas que fuman, y llega a unas conclusiones muy singulares, que varían según el tipo de animal del que se trate.
El cáncer de boca es más frecuente en aquellos gatos que están en sitios en los que se fuma, y es mucho mayor cuando estos gatos llevan cinco años conviviendo con fumadores. Existe una explicación del por qué es más frecuente este tipo de cáncer en los gatos: es por los hábitos que tienen de lamerse la piel. Esto hace pensar que los beagles no deben de andar muy lejos, ya que tienen también la costumbre muy acuciada de lamerse sus patas para mantenerlas limpias. Este gesto hace que el animal exponga la mucosa de la boca a las sustancias nocivas que se encuentren en su pelaje, de ahí este tipo de cáncer.
En un estudio de la Universidad de Colorado, se demuestra que el tumor nasal es más frecuente en los perros que viven en hogares de fumadores, que en aquellos que lo hacen en lugares libres de humo. Es más probable además si el perro es de un gran sistema nasal (hocico largo) pues acumularán más carcinógeno, mientras que si son de hocico más corto, están más expuestos al cáncer de pulmón. Un perro con cáncer nasal suele morir antes de un año.
El cáncer en animales, al igual que en las personas, puede ser maligno o benigno, localizado en una zona o estar extendido. Es una enfermedad común que también aumenta con la edad, responsable de la muerte de la mitad de mascotas con más de 10 años, siendo la incidencia en perros muy similar a la de las personas.
Al menor síntoma o sospecha, es conveniente llevar al animal al veterinario, ya que si se diagnostica a tiempo será más probable su curación. Las terapias son similares a las que se les realizan a los humanos.
Fuente: perros-beagle.com