Después de 10 años en la calle, a Sonya le va muy bien en su nuevo hogar. El veterinario dijo que tiene algunos espolones óseos desagradables en su columna vertebral. Se espera que la medicación le ayudará con eso. Las rodillas en sus patas traseras tienen algo de artritis. La vida dura en las calles. Su análisis de sangre era bueno, algo que sorprendió al veterinario.
En general está muy bien. Es muy cariñosa y le encantan los masajes. No creo que hubiera sobrevivido a esta ola de calor.