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En la actualidad se conocen 8 especies de dragones barbudos (Pogona), de las cuales dos especies se crían habitualmente en cautividad: El «Dragón barbudo del interior» (Pogona vitticeps) y el Dragon de Lawson (Pogona henrylawsoni). Aunque las dos especies difieren considerablemente en tamaño, los requisitos de cría son más o menos comparables. Visualmente, las dos especies se distinguen por la forma de la cabeza y las «espinas». Las espinas de la cabeza y el flanco del Dragon de Lawson están poco desarrolladas, mientras que las del Dragón barbudo son claramente visibles.
Todos los dragones barbudos que se ofrecen en el comercio son crías, y actualmente también se ofrecen regularmente diversas variedades de cría. Deben evitarse las formas de cría cuestionables desde el punto de vista del bienestar animal, como los «dragones barbudos con escamas reducidas» (los llamados de seda y de cuero).
Diferencias de sexo
Los machos suelen tener poros bien definidos en el interior de los muslos y hemipenes claramente visibles.
Comportamiento
Ambas especies son diurnas y muy activas. Se pueden conservar muy bien individualmente. Sólo en terrarios suficientemente grandes y bien estructurados es posible mantenerlos en pequeños harenes (un macho con 2 – 3 hembras) o en grupos de hembras solamente; sin embargo, los animales deben tener aproximadamente el mismo tamaño. Los machos suelen ser incompatibles entre sí. Si se producen agresiones durante la socialización, los animales deben ser separados inmediatamente y, como ha demostrado la experiencia, de forma permanente.
El Dragón barbudo se comunica con gestos; una llamativa inclinación de la cabeza indica dominio, mientras que un saludo con las extremidades delanteras es un gesto de apaciguamiento.
El terrario
Para mantener a un Dragón barbudo, se necesita un terrario de al menos 150 x 80 x 80 cm (largo x ancho x alto) y, para el Dragon de Lawson, de al menos 120 x 60 x 80 cm. Estos tamaños de terrarios se aplican a la tenencia de animales individuales o de pequeños harenes. Sin embargo, debido al tamaño y la actividad de los animales, se recomiendan terrarios mucho más grandes.
Como animales de sangre fria, el Dragón barbudo necesita un gradiente de temperatura en el terrario que le permita alcanzar su temperatura corporal óptima. Lo ideal es imitar en el terrario las condiciones naturales de las regiones secas de Australia, con zonas de sol brillante y zonas de sombra más frescas. Para ello, se instala en un lado del terrario un potente radiador de calor con componentes UV (por ejemplo, una lámpara de vapor metálico), que garantiza un fuerte calentamiento localizado a 45 – 50 °C. Las demás zonas deben mantenerse a una temperatura de 22 °C. Las demás zonas deben tener una temperatura de 22 a 26 °C. Por la noche, la temperatura en el terrario puede bajar a 20 – 23 °C. La temperatura básica puede generarse a través de la temperatura ambiente o con alfombras térmicas. Las alfombras calefactoras deben instalarse siempre fuera del terrario y calentar como máximo un tercio de la superficie del suelo; la temperatura deseada puede ajustarse con la ayuda de un termocontrolador.
La duración de la iluminación debe ser de 10 a 14 horas. Al mismo tiempo, cada animal debe tener acceso a zonas de descanso de tamaño suficiente en todo momento. Los dragones barbudos necesitan mucha luz ultravioleta. Dado que las lámparas emiten cada vez menos radiación ultravioleta con el paso del tiempo (consulte las instrucciones del fabricante), deben sustituirse periódicamente. La iluminación debe colocarse fuera del alcance de los animales (atención: el cristal normal es impermeable a los rayos UV-B) o los animales deben estar protegidos de las quemaduras con una cesta de alambre cerrada.
La humedad debe ser del 30 al 40 % y puede aumentar hasta el 60 % por la noche. Esto se puede conseguir rociando el terrario con agua tibia o utilizando un sistema de aspersión. Importante: En una pequeña zona del terrario, el sustrato debe estar siempre ligeramente húmedo. Se necesitan termómetros e higrómetros precisos para medir la temperatura y la humedad.
Las construcciones de roca estable (también las imitaciones), las raíces y/o las ramas han demostrado ser adecuadas como mobiliario. El equipo debe estar bien instalado en el terrario para que los animales no puedan hacerse daño, por ejemplo, escarbando debajo de él. Además, varios escondites (tubos de corcho, cuevas) y un recipiente de agua poco profundo, en el que los animales también pueden bañarse, forman parte del equipamiento básico. Una mezcla de arena y arcilla sin polvo es adecuada para el sustrato, que debe tener 20 cm de altura en al menos una parte del terrario para que los animales puedan cavar túneles como lo harían en la naturaleza.
Dieta
El Dragón barbudo se alimenta de plantas y animales en la naturaleza. Recientes hallazgos veterinarios recomiendan una alta proporción de alimentos vegetales para prevenir la gota. Por lo tanto, a los animales jóvenes hay que ofrecerles mucho alimento vegetal -además de insectos- y a los adultos hay que darles al menos un 80% de alimento vegetal. Los alimentos adecuados son las hierbas de los prados (por ejemplo, diente de león, pamplina, etc.), la lechuga romana y pequeñas cantidades de calabacines, zanahorias o pepinos rallados. No se debe ofrecer fruta. Los insectos vivos, como los saltamontes, las cucarachas o los grillos, son adecuados como alimento para los animales. Deben evitarse los gusanos de la harina, las zophobas o las polillas de la cera por su alto contenido en grasa. Para prevenir los síntomas de carencia, deben administrarse regularmente minerales y vitaminas (por ejemplo, sepia, preparados vitamínicos-minerales). Debe haber agua fresca disponible en todo momento.
Los animales jóvenes crecen muy deprisa y, por tanto, necesitan grandes cantidades de comida, así como un buen suministro de calcio y luz UVB.
Cuidados
Los restos de comida, las mudas y los excrementos deben retirarse diariamente. Los cuencos de agua también deben limpiarse a diario y llenarse de agua fresca.
La salud de los animales debe controlarse diariamente. Los problemas de salud más comunes en el Dragón barbudo son los ácaros de la piel, las lesiones, la gota, la degeneración grasa y el reblandecimiento de los huesos. En caso de anomalías, se debe consultar a un veterinario de reptiles. Se recomienda realizar una vez al año exámenes fecales para detectar endoparásitos.
La flora intestinal de un Dragón barbudo incluye a menudo salmonelas, que son inofensivas para los animales pero que pueden causar enfermedades en los humanos. Las medidas de higiene (lavarse bien las manos, etc.) pueden prevenir la infección.
Aclimatación y manejo
En los primeros días en su nuevo hogar, los animales necesitan un descanso adecuado para acostumbrarse a su nuevo entorno. Los reptiles son normalmente animales de observación y NO se les debe acariciar. Sin embargo, los dragones barbudos pueden llegar a ser muy confiados.
Los animales sólo deben ser capturados cuando sea necesario. La forma más fácil de hacerlo con los animales jóvenes es utilizar un recipiente. Aunque la manipulación de los animales mayores de confianza es relativamente fácil, se recomienda coger los animales agresivos sólo con guantes (o una toalla). Tanto la cabeza como las patas traseras deben estar bien fijadas con la cola. Básicamente, los lagartos nunca deben ser sujetados o fijados por la cola.
Precaución: el Dragón barbudo puede morder con fuerza.
Cría
Cuando la brumación llega a su fin, el Dragón barbudo macho sale a buscar pareja. Se produce un ritual de cortejo en el que el macho empieza a mover la cabeza, agitar los brazos y pisar fuerte delante de la hembra. El macho persigue a la hembra y le muerde la nuca y se aferra a ella mientras se pone en posición para copular
Durante el periodo de reproducción, las hembras de Dragón barbudo pueden almacenar esperma en las criptas oviductales, lo que permite a la hembra de dragón barbudo poner una nidada de 11-30 huevos dos veces en un solo apareamiento.
El Dragón barbudo presenta una determinación del sexo por temperatura. Esto significa que mientras el embrión se está desarrollando, las temperaturas más altas hacen que los dragones con un genotipo masculino experimenten una inversión del sexo y expresen un fenotipo femenino. Esto produce un Dragón barbudo que es una hembra pero que sigue teniendo un genotipo masculino. Las temperaturas de incubación superiores a 31 grados Celsius pueden provocar la inversión del sexo, y la probabilidad de inversión del sexo tiene una correlación positiva con la temperatura hasta los 36 grados Celsius. Las temperaturas de incubación por debajo de 31 grados Celsius no pueden provocar la reversión del sexo.
Sorprendentemente, las hembras de Dragón barbudo con genotipo masculino no presentan muchas diferencias con las hembras genotípicas.
Según un estudio realizado sobre la fuerza de mordida, el Dragón barbudo macho tiene una fuerza de mordida superior a la de las hembras genotípicas y a la de las hembras de sexo invertido. Sin embargo, no hubo diferencias entre las hembras genotípicas y las hembras de sexo invertido.
Características especiales
En la naturaleza, el Dragón barbudo realiza una hibernación durante la cual está aletargado y no suele comer. Para la hibernación selectiva, la duración de la iluminación puede reducirse gradualmente en otoño hasta que se apague (se necesita la luz del día). Después de 1 ó 2 meses de hibernación real, la iluminación se vuelve a ampliar gradualmente.
El Dragón barbudo tiene una alta tasa de reproducción; las hembras pueden poner hasta 40 huevos varias veces al año. Por lo tanto, hay que tener mucho cuidado de que las hembras reciban suficientes periodos de descanso (eventualmente separación de los machos). Actualmente hay un exceso de oferta de Dragón barbudo y apenas hay compradores para los animales jóvenes. Por lo tanto, los huevos sólo deberían eclosionar si hay compradores seguros para las crías.
El precio de un Dragón barbudo. oscila entorno a los 70 euros
