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Historia
El Labrador Retriever es una raza relativamente reciente y se originó en Gran Bretaña, donde se desarrolló durante el siglo XIX.
Su ancestro, el perro de San Juan, procede de Canadá. Contrariamente a la creencia popular, es originario de la isla de Terranova, de la que St. John’s es la capital, y no de la provincia de Labrador.
El origen exacto de este ancestro es objeto de debate, pero la teoría más aceptada es que desciende del Perro de Castro Laboreiro, un perro que acompañaba a los pescadores portugueses. Otra teoría, apoyada por algunos expertos, aunque no muy plausible, es que el Labrador Retriever desciende en realidad de los perros utilizados por los indios labradores para tirar de los trineos.
Lo cierto es que muchos escritos que se remontan al siglo XVI hablan de pequeños perros, a veces presentados como pequeños terranovas, que ayudan a los pescadores locales a encontrar los peces que se han caído de la trampa.
A principios del siglo XIX, las cualidades de este perro convencieron a los visitantes ingleses de la isla, y entonces se importaron algunos ejemplares a Gran Bretaña. Llamaron la atención del segundo conde de Malmesbury, que utilizó estos perros de agua para la caza. Transmitió su pasión por estos perros a su hijo, que siguió desarrollando la raza con la ayuda de algunos criadores locales. Fue este hijo, el tercer conde de Malmesbury, quien dio nombre a la raza Labrador Retriever. Sin embargo, nadie sabe si lo hizo como un homenaje al mar de Labrador, que bordea la isla de Terranova, o como una distorsión del nombre portugués Laboreiro.
En 1885, Lord Malmesbury, el tercero del nombre, dio a luz a un perro negro llamado Buccleuch Avon, que se considera el antepasado de todos los Labradores actuales.
El Kennel Club británico (KC) reconoció la raza ya en 1903, pero no fue hasta 1916 cuando la condesa Lorna Howe fundó el primer club de la raza, que redactó el primer estándar del Labrador Retriever.
Fue también a principios del siglo XX cuando la raza se importó a Estados Unidos, hasta el punto de que el American Kennel Club (AKC) reconoció la raza ya en 1917.
En los años 20, los estándares de las diferentes organizaciones evolucionaron para aceptar ejemplares amarillos, mientras que todos los Labrador Retriever eran originalmente negros.
Tras la Segunda Guerra Mundial, la raza se extendió por todo el mundo, obteniendo el reconocimiento del United Kennel Club (UKC) en 1947 y de la Fédération Cynologique Internationale (FCI) en 1954. Hoy en día es aceptado por todas las asociaciones caninas, incluyendo, por ejemplo, el Canadian Kennel Club (CKC).
Difusión
El Labrador Retriever es, con diferencia, la raza de perro más popular del mundo. Es especialmente popular entre los anglosajones, por ejemplo, ocupando el primer lugar en Australia, Canadá, Gran Bretaña y Estados Unidos. En este país, lleva a la cabeza desde 1991, con más de 100.000 inscripciones anuales en el American Kennel Club (AKC). Lo mismo ocurre en Canadá desde finales de los años 90.
Aunque su popularidad no disminuye, puede fluctuar significativamente de un año a otro. En Gran Bretaña, por ejemplo, había más de 44.000 registros anuales del Kennel Club en 2010, pero «solo» unos 32.000 en 2015 y 35.000 en 2019.
En Francia, la situación es diferente. Aunque es una de las 10 razas de perros más populares en Francia, no está presente en el trío de cabeza, e incluso es superada por el Golden Retriever. La popularidad del Labrador en Francia se disparó en los años 80-90, pasando de menos de 2.500 nacimientos registrados cada año en el Livre des Origines Français (LOF) al principio del periodo a unos 10.000 al final. Después, esta cifra descendió en la década de 2000 (mientras las del Golden se disparaban), hasta situarse en torno a las 7.000. A partir de 2013, volvió a repuntar, terminando el año 2010 con unos 8.000 nacimientos al año.
Características físicas
El Labrador es un animal grande, bien construido, pero ágil.
Su cuerpo es macizo y musculoso, pero en absoluto corpulento. Su pecho es amplio, y las costillas arqueadas deben ser palpables bajo la piel. Las patas son de huesos sólidos y terminan en patas redondas. La cola, conocida como «cola de nutria», es una peculiaridad de la raza y le ayuda a nadar. Muy gruesa en la base, se estrecha hacia la punta y está cubierta de pelos cortos con flecos.
El cráneo es amplio, con un stop bien definido y un hocico poderoso. La nariz tiene fosas nasales anchas y es del mismo color que el pelaje. Los ojos son de color marrón más o menos oscuro y expresan inteligencia y buen carácter. Las orejas, colocadas hacia la parte posterior del cráneo, caen a lo largo de las mejillas.
El pelaje del Labrador Retriever está formado por una capa inferior densa y resistente a la intemperie y una capa superior densa, corta y sin ondulaciones. Al tacto, es bastante duro y áspero. Es impermeable y se seca rápidamente una vez fuera del agua.
El pelaje del Labrador debe ser uniforme, a excepción de una posible pequeña mancha blanca en el pecho. El estándar de la raza sólo acepta tres colores: el negro (el color original), el amarillo (el más común hoy en día, que va del crema al rojo) y el marrón (el menos común, y a veces llamado hígado o chocolate). El color plateado (plata) no está permitido, ya que se debe a un cruce con el Braco de Weimar.
Por último, el macho es más grande y macizo que la hembra, pero este dimorfismo sexual tampoco es extremadamente marcado.
Altura y peso
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▷ Tamaño macho: De 56 a 57 cm
▷ Tamaño hembra: De 54 a 56 cm
▷ Peso macho: De 30 a 35 kilos
▷ Peso hembra: De 30 a 33 kilos
Variedades
Aunque no son estrictamente variedades, los Labrador Retriever de líneas de trabajo tienen algunas diferencias con los de línea de exposición. En general, los primeros son más ágiles y atléticos, mientras que los segundos son más macizos y tranquilos.
Además, el Labrador es probablemente la raza más utilizada para la creación de perros de diseño. Entre los muchos cruces posibles, los más comunes son sin duda el Labradoodle (Labrador + Caniche), el Labsky (Labrador + Husky) y el Borador (Border Collie + Labrador).
Carácter y aptitudes
El Labrador es cariñoso, cercano a su familia e increíblemente sociable, hasta el punto de ser una de las razas más cercanas a los humanos. Quiere a todo el mundo: a su familia, por supuesto, pero también a los vecinos, al repartidor de pizzas, al desconocido que se encuentra en un paseo o al simpático ladrón que entra en su territorio y se toma el tiempo de acariciarlo.
También es un perro ideal con niños de todas las edades, mostrando una paciencia legendaria cuando un pequeño juega con sus orejas o intenta jugar al caballito con él. Y seguramente esta es la razón por la que se registran muchos accidentes cada año: el hecho de que sea tan conciliador no debe prescindir de enseñar a los niños cómo comportarse con un animal y respetarlo, para no sobrepasar los límites de lo que puede tolerar. En cualquier caso, independientemente de la raza, nunca se debe dejar a un perro con un niño pequeño sin la supervisión de un adulto.
Los Labrador Retriever no sólo disfrutan de la compañía de los humanos, sino que también les encanta pasar tiempo con otros perros y se llevan de maravilla con los gatos y otros animales pequeños de la casa. Sin embargo, su tamaño, su entusiasmo y su costumbre de meter todo entre sus mandíbulas pueden ser peligrosos para pequeños roedores, reptiles y aves, a los que pueden herir sin querer.
Durante sus dos primeros años, este perro es una bola de energía con una curiosidad insaciable y una capacidad de escucha limitada. Corre, juega y muerde todo lo que encuentra: juguetes, zapatos, plantas, teléfono… Es mejor no dejar nada tirado que sea valioso o que pueda hacerle daño. Cuando se hace adulto, se calma, pero sigue siendo un perro muy activo, que necesita al menos una hora de ejercicio al día. Los juegos y los paseos son una excelente manera de ayudarle a hacer ejercicio, e incluso los dueños más deportistas aprecian encontrar un compañero que siempre está contento de estar fuera, incluso después de varias horas de esfuerzo. Por otro lado, no es adecuado para una persona mayor o muy sedentaria.
En cualquier caso, aunque no tiende a huir, su sociabilidad y curiosidad hacen que le guste ir a ver qué pasa en todas partes y husmear. Por ello, para evitar posibles problemas durante los paseos, es mejor llevarle con correa para que permanezca al lado de su amo.
Inteligente y servicial, al Labrador Retriever le gusta ser útil. Destacan como perros de asistencia, pero también pueden contentarse con tareas más rutinarias. Las misiones de gran importancia, como traer zapatillas o ayudar a cavar un agujero para plantar un árbol, le dan una sensación de logro. Pero es capaz de mucho más, y le encantan los deportes caninos como el flyball, el agility y la obediencia, que le permiten mostrar todas sus cualidades, tanto atléticas como intelectuales.
Las actividades acuáticas son otra forma interesante de gastar su energía. Ya sea revolcándose en un charco, saltando en la piscina o nadando en el mar, al Labrador Retriever le encanta el agua. Incluso es un excelente nadador, pero no siempre es lo suficientemente lúcido para estimar la fuerza de la corriente. Es mejor mantenerlo con correa cerca de una zona peligrosa, como un río con una fuerte corriente o una zona del océano conocida por la velocidad de sus corrientes.
Debido a su tamaño y nivel de actividad, no es especialmente adecuado para vivir en un apartamento, aunque puede acomodarse siempre que su dueño se encargue de sacarlo varias veces al día y le permita hacer suficiente ejercicio. Sin embargo, lo ideal es una casa con jardín, para que pueda hacer ejercicio a su antojo. Aunque no sea un fugitivo, es mejor que los límites de su territorio estén claros, para que no se aventure a descubrir el barrio, arriesgándose a perderse o a ser víctima de un accidente de tráfico. Por lo tanto, se recomienda encarecidamente una valla.
El debate entre los especialistas se centra en si el Labrador es un perro de exterior o de interior. Está claro que, por su proximidad a los humanos, el Labrador Retriever quiere pasar el mayor tiempo posible con su familia, y no es cuestión de mantenerlo alejado de ella durante días. Sin embargo, es innegable que sus orígenes, sus características físicas y su energía le hacen más feliz al aire libre. Al final, a menos que su familia decida vivir en una tienda de campaña instalada en el exterior, no hay una solución ideal, y tanto el amo como el perro tienen que hacer concesiones.
Por último, al Labrador no se le oye a menudo, pero cuando ladra, todo el mundo lo sabe: su ladrido puede alcanzar los 110 dB.
Educación
El Labrador Retriever es naturalmente abierto a los humanos y a otros animales, pero esto no significa en absoluto que se deba descuidar su socialización. Desde las primeras semanas, el cachorro debe tener la oportunidad de conocer a varias personas de forma regular, cruzarse con otros animales y estar expuesto a diferentes situaciones. Son estas experiencias las que le permiten convertirse en un adulto tranquilo y equilibrado, sociable y no agresivo.
En cualquier caso, el Labrador joven suele ser difícil de manejar para un propietario inexperto, sobre todo si éste ha estado escuchando constantemente elogios sobre el carácter de la raza y espera que todo vaya sobre ruedas. Su exceso de energía, su propensión a morder todo lo que encuentra (zapatos, muebles, teléfono…) y su incapacidad para mantener la concentración durante más de unos segundos hacen que algunas personas se pregunten si su compañero tiene algún problema.
La ayuda de un educador canino profesional puede ser útil durante el primer año, especialmente para ayudar a controlar su tendencia a destruir todo lo que pasa entre sus mandíbulas, así como las órdenes de retirada.
A medida que el Labrador Retriever crece, se convierte en una de las razas de perro más fáciles y cooperativas de entrenar, incluso para una persona sin experiencia. Su inteligencia y deseo de agradar les hace asimilar rápidamente las órdenes, y su pasión por la comida facilita aún más la tarea.
Sabiendo esto, no hace falta decir que el refuerzo positivo es el método de elección cuando se entrena a un Labrador Retriever. Los piropos y los mimos son apreciados, pero las golosinas suelen serlo aún más. Sin embargo, deben utilizarse con moderación, ya que existe el riesgo de aumentar de peso.
Siempre que el propietario esté dispuesto a dedicar tiempo a su educación y adiestramiento, las posibilidades de un Labrador son inmensas, como demuestran desde hace décadas los miles de representantes de esta raza utilizados como perros de servicio para discapacitados u otras personas. Las exposiciones caninas, como las competiciones de agilidad u obediencia, son otra forma de demostrar el alcance de sus talentos.
Salud
El Labrador Retriever es una raza robusta con una esperanza de vida notable para su tamaño, tanto que muchos ejemplares superan felizmente los 15 años de edad.
Su pelaje denso e impermeable le protege muy bien del frío y del mal tiempo, pero también del calor. Así, se adapta perfectamente a todo tipo de climas, aunque debe poder resguardarse cuando las temperaturas son extremadamente bajas y permanecer tranquilamente a la sombra en caso de ola de calor.
A pesar de su buena salud general, la raza sigue siendo susceptible de padecer diversas enfermedades. La mayoría son comunes a todos los perros grandes, pero algunas son específicas de él, y otras se deben a su popularidad, que ha llevado a algunos criadores a privilegiar la cantidad y no respetar todas las precauciones habituales. Las más comunes son :
- Displasia de cadera, displasia de codo y displasia de hombro (u osteocondrosis), deformidades de las articulaciones que impiden al perro moverse con normalidad. Pueden tener una dimensión hereditaria, pero como los sujetos portadores están excluidos de la reproducción, la causa principal hoy en día es simplemente un crecimiento demasiado rápido;
- La dilatación-torsión del estómago, un problema que a menudo se debe a la ingestión de grandes cantidades de comida con demasiada rapidez y que suele resultar fatal sin la rápida intervención de un veterinario;
- Atrofia progresiva de la retina, una degeneración incurable del tejido ocular que conduce a la pérdida total de la vista, primero por la noche y luego también durante el día;
- Miopatía centronuclear, una enfermedad hereditaria que provoca una pérdida de masa muscular;
- La paraqueratosis nasal (o hiperqueratosis de la nariz), una enfermedad hereditaria propia de la raza y responsable de las lesiones en la nariz, que adquiere entonces un aspecto seco y áspero. Se trata con cremas medicinales que suavizan los tejidos afectados y no afecta a la calidad de vida del perro;
- Colapso inducido por el ejercicio, que hace que el animal se colapse poco después del esfuerzo. Es necesario entonces adaptar los ejercicios del perro para evitar aquellos que son demasiado intensos, ya que esta condición es incurable ;
- La epilepsia, que provoca ataques convulsivos y no tiene cura. Sin embargo, el tratamiento puede reducir la frecuencia e intensidad de estas convulsiones, de modo que la mayoría de los individuos consiguen continuar con una vida normal;
- La narcolepsia, que provoca una pérdida repentina del tono muscular y una somnolencia repentina, a veces en medio de una acción;
infecciones de oído (otitis, etc.), debido a la forma caída de las orejas, que atrapa la suciedad y la humedad más fácilmente; - Problemas oculares: cataratas, entropión, displasia de retina…
Debido a la inmensa popularidad de la raza en las últimas décadas, se han registrado muchas enfermedades en el Labrador, pero siguen siendo extremadamente raras. Un estudio realizado en 2004 por el Kennel Club británico y la Asociación Veterinaria Británica de Pequeños Animales indica que el cáncer y la edad avanzada son las principales causas de muerte en esta raza, ya que representan más de la mitad de todas las muertes. Los problemas cardíacos (paro cardíaco, miocardiopatía…) y los problemas vasculares cerebrales quedan muy por detrás, representando un total acumulado de alrededor del 13% de los casos.
En el día a día, el problema de salud más común en Labrador es, con diferencia, la obesidad. Su gran apetito y su capacidad para convencer a su familia de que se merece unas croquetas de más hacen que muchos representantes de la raza coman más de lo debido y tengan sobrepeso. Sólo su amo puede protegerlo, respetando las raciones diarias recomendadas y no cediendo a sus incesantes demandas. Esto no debe tomarse a la ligera, ya que la obesidad no sólo puede agravar las patologías preexistentes, sino también provocar otras nuevas.
Su apetito y su propensión a «comer» todo lo que encuentra son también responsables de otro riesgo para su salud, especialmente durante sus dos o tres primeros años. Los calcetines, los juguetes y otros objetos pequeños pueden provocar una obstrucción intestinal al ser ingeridos y requerir una intervención quirúrgica. Por lo tanto, es importante no dejar nada tirado que pueda ser tragado, especialmente los objetos afilados.
Adoptar de un criador serio de Labrador Retriever reduce drásticamente el riesgo de obtener un cachorro con mala salud, por ejemplo con una enfermedad hereditaria. El hecho de que sea miembro del club de la raza es una garantía de calidad. En cualquier caso, además de los resultados de las pruebas genéticas realizadas a ambos progenitores y al cachorro, debe poder presentar un certificado de buena salud emitido por un veterinario, así como los detalles de las vacunas administradas al cachorro, registrados en su cartilla sanitaria o de vacunación.
Una vez realizada la adopción, es responsabilidad del propietario mantener a su perro en buen estado de salud durante toda su vida. Para ello, es necesario realizar una visita rutinaria al veterinario al menos una vez al año, aunque no haya problemas en el horizonte. Garantiza que el animal esté al día con sus vacunas, pero también permite detectar a tiempo posibles problemas de salud que pueden no ser perceptibles a primera vista. Al mismo tiempo, el propietario debe asegurarse de renovar regularmente los tratamientos antiparasitarios a su compañero, para que éste esté permanentemente protegido.
Esperanza de vida
13 años
Aseo
El mantenimiento del pelaje del Labrador Retriever es sencillo, ya que un cepillado semanal es suficiente para eliminar los pelos muertos y la suciedad. Si el Labrador Retriever muda durante todo el año, el fenómeno es, por supuesto, mucho más pronunciado durante su muda anual, en otoño y primavera: es necesario entonces optar por una frecuencia diaria para eliminar el exceso de pelos muertos.
Al ser generalmente bastante limpio, no es necesario bañarlo con demasiada frecuencia, a riesgo de dañar su sensible pelo. El sebo que la recubre (y que desaparece en parte durante el baño) le permite ser impermeable y la protege de los elementos externos. Por lo tanto, dos o tres baños al año son un máximo, y es aconsejable utilizar sistemáticamente un champú suave diseñado específicamente para perros, ya que el pH de su piel no es el mismo que el de los humanos.
Si se ha ensuciado especialmente después de un paseo por el barro, es aconsejable simplemente enjuagarlo con agua fresca, sin utilizar champú. Lo mismo debe hacerse después de bañarse en agua salada o en una piscina.
Después de cualquier tipo de baño, incluso en agua dulce, sécate las orejas con una toalla limpia para evitar que se acumule la humedad. Su forma caída los convierte en un caldo de cultivo para todo tipo de inflamaciones e infecciones (otitis, etc.). Por la misma razón, deben limpiarse cada semana para eliminar la suciedad y la humedad.
También hay que examinar los ojos semanalmente y, si es necesario, limpiarlos con un paño húmedo.
La sesión semanal de mantenimiento es también una oportunidad para cepillar los dientes de su perro, lo que ayuda a prevenir problemas relacionados con la formación de placa (mal aliento, enfermedades, etc.). Lo ideal sería hacerlo con más frecuencia, incluso a diario. En cualquier caso, siempre debe utilizarse una pasta de dientes especialmente diseñada para perros.
Por último, el desgaste natural suele ser suficiente para limar sus garras, pero es aconsejable comprobar una vez al mes que así sea, y si no, cortarlas manualmente. En efecto, en cuanto son demasiado largos, es decir, se oye su roce con el suelo cuando camina sobre superficies duras, pueden entorpecerle o incluso romperse y lesionarle.
Ya sea el pelaje, las orejas, los ojos, los dientes o las garras, puede ser útil la primera vez para aprender de un veterinario o un peluquero canino profesional lo que se requiere para mantener un Labrador Retriever. También es importante acostumbrar al Labrador desde pequeño para evitar cualquier problema posterior.
Utilidad
A menudo se olvida, pero el Labrador Retriever es básicamente un perro de caza, hecho para recuperar la caza. Sus antepasados se utilizaban para recuperar los peces que se caían de la red en las aguas heladas del Atlántico Norte. Cuando se desarrolló en Inglaterra, aprendió a recuperar todo tipo de caza, pero su predilección por el medio acuático le convirtió en un especialista en aves acuáticas.
Hoy en día sigue siendo un especialista en aves acuáticas, y sus habilidades como perro de caza siguen siendo apreciadas en todo el mundo.
Sin embargo, parecen quedar eclipsadas por las cualidades que lo convierten en una mascota ideal, y es claramente en este papel en el que se encuentra más a menudo en todo el mundo. Amigable con los niños, juguetón y activo, sociable e increíblemente unido a su familia, el Labrador Retriever es el perro familiar por excelencia.
Su inteligencia también hace que sea la raza más común entre los perros de servicio. Tanto si se utiliza como perro guía para discapacitados visuales, como perro de servicio para personas con discapacidad o como perro de apoyo emocional (por ejemplo, para personas autistas), rara vez decepciona. Las cifras varían de un país a otro y de una asociación a otra, pero la proporción de labradores entre los perros utilizados en este contexto se sitúa generalmente entre el 50 % y el 70 %.
También se ha hecho un nombre entre los cuerpos de seguridad, ya que su olfato ayuda a detectar drogas, armas y otros productos prohibidos. También es muy conocido en la búsqueda de víctimas y personas desaparecidas.
Como es de esperar, el Labrador Retriever también brilla en los concursos de belleza, hasta el punto de ser un habitual de la pasarela en las exposiciones caninas.
También es frecuente encontrarlo en los podios de las competiciones deportivas caninas, sobre todo en las pruebas de agility, obediencia y flyball.
Por último, sólo hay un papel que es absolutamente incapaz de desempeñar: el de guardián. No ladra al acercarse un extraño, y si tiene la buena idea de acariciarlo o incluso darle alguna golosina, entonces es bienvenido en casa, sea bien o mal intencionado…
Precio
El precio de un cachorro de Labrador Retriever ronda los 950 euros, sin grandes diferencias entre machos y hembras. Sin embargo, esta media esconde grandes disparidades, ya que las cantidades solicitadas van desde 500 euros para ejemplares con características alejadas del estándar hasta más de 2500 euros para cachorros procedentes de líneas excepcionales y destinados a exposiciones caninas.
Independientemente del país, las diferencias de precio de un individuo a otro pueden deberse a la reputación de la cría, a la ascendencia más o menos prestigiosa del cachorro, así como a sus características intrínsecas, empezando por su proximidad al estándar. Además, este último punto explica por qué pueden observarse diferencias de precio dentro de una misma camada.
Valoraciones del "Labrador Retriever"
Es importante la convivencia que vas a tener con tu nuevo amigo. Antes de plantearte la adquisición de un perro de la raza "Labrador Retriever" debes conocer ciertos factores. No todas las razas de perros son aptas para vivir en un apartamento, debes tener en cuenta su carácter, su necesidad de ejercicio, su interacción con otras mascotas, sus cuidados y si tienes niños pequeños, su nivel de tolerancia hacia ellos.
Adaptación ⓘ2,0 de 5 estrellas (basado en 1 reseña)
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Perro amistoso ⓘ5,0 de 5 estrellas (basado en 1 reseña)
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Pérdida de pelo ⓘ3,0 de 5 estrellas (basado en 1 reseña)
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Nivel de afecto ⓘ5,0 de 5 estrellas (basado en 1 reseña)
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Necesidad de ejercicio ⓘ5,0 de 5 estrellas (basado en 1 reseña)
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Necesidad social ⓘ5,0 de 5 estrellas (basado en 1 reseña)
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Hogar ⓘ4,0 de 5 estrellas (basado en 1 reseña)
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Aseo ⓘ2,0 de 5 estrellas (basado en 1 reseña)
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Amigable con extraños ⓘ5,0 de 5 estrellas (basado en 1 reseña)
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Ladridos ⓘ3,0 de 5 estrellas (basado en 1 reseña)
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Salud ⓘ3,0 de 5 estrellas (basado en 1 reseña)
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Territorial ⓘ2,0 de 5 estrellas (basado en 1 reseña)
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Amistoso con gatos ⓘ4,0 de 5 estrellas (basado en 1 reseña)
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Inteligencia ⓘ4,0 de 5 estrellas (basado en 1 reseña)
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Versatilidad ⓘ4,0 de 5 estrellas (basado en 1 reseña)
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Amigable con niños ⓘ5,0 de 5 estrellas (basado en 1 reseña)
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Vigilancia ⓘ1,0 de 5 estrellas (basado en 1 reseña)
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Alegría ⓘ5,0 de 5 estrellas (basado en 1 reseña)
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Imágenes «Labrador Retriever»
Videos «Labrador Retriever»
Tipo y reconocimientos:
- CLASIFICACIÓN FCI: 122
- Grupo 8: Perros Cobradores de Caza – Perros Levantadores de Caza – Perros de Agua
- Sección 1: Perros cobradores de caza. Con prueba de trabajo..
Federaciones:
- – FCI – Grupo 8: Perros Cobradores de Caza – Perros Levantadores de Caza – Perros de Agua – Sección 1: Perros cobradores de caza ⓘ
- – AKC – Sporting ⓘ
- – ANKC – Group 3 (Gundogs) ⓘ
- – CKC – Sporting Dogs ⓘ
- – KC – Gundog ⓘ
- – NZKC – Gundog ⓘ
- – UKC – Gun Dogs ⓘ
Estándar FCI de la raza "Labrador Retriever"
Utilización:
Perro cobrador de caza.
Apariencia general:
Perro de constitución fuerte, región renal corta y muy activo; tiene un cráneo amplio, pecho y costillas amplias y profundas; la región renal y los miembros posteriores son anchos y fuertes.
Perro que tiene buen temperamento y es muy ágil. Posee un excelente olfato y cobra con delicadez; es muy aficionado al agua. Es un animal adaptable y devoto compañero. Inteligente, vivaz y dócil, con fuerte voluntad para complacer. De carácter afable, sin ninguna señal de agresividad o timidez impropias.
Cabeza:
---- Cráneo: Amplio, nítido, sin presentar pómulos carnosos.
- Depresión naso-frontal (Stop): Definida.
Región facial:
- Trufa: Amplia, con fosas nasales bien desarrolladas.
- Hocico: Poderoso, pero no afilado.
- Mandíbulas/ Dientes: Maxilares de una largura mediana; maxilares y dientes fuertes con una perfecta, regular y completa mordida en tijera, es decir que la cara interna de los incisivos superiores esté en contacto estrecho con la cara externa de los incisivos inferiores, y bien colocados en los maxilares.
Ojos: De tamaño mediano que expresen inteligencia y buen temperamento; de color castaño o avellana.
Orejas: Orejas ni largas ni gruesas; deben colgar pegadas a la cabeza y tener una inserción bien hacia atrás.
Cuello:
Nítido, robusto, poderoso, puesto sobre hombros bien colocados.Cuerpo:
- Espalda: Nivelada.
- Lomo: Amplio, corto y fuerte.
- Pecho: De buena amplitud y profundidad; las costillas bien arqueadas y abarriladas.
Cola:
La cola, una característica distintiva de la raza, es muy gruesa en la base y se adelgaza gradualmente hacia la punta; de tamaño mediano y sin flecos, pero debe estar bien cubierta completamente de pelo corto, grueso y denso, que le da la apariencia « redonda » descrita como cola de « Nutria ». Puede ser llevada alegremente, pero no enroscada sobre el dorso.Extremidades
Miembros anteriores
Los miembros anteriores presentan buen hueso y, vistos de frente o de lado, deben aparecer rectos desde los codos hasta el suelo.
- Hombros: Escápulas largas y inclinadas.
Miembros posteriores
Bien desarrollados, grupa no inclinada hacia la raíz de la cola.
- Articulaciones femoro-tibio-rotulianas (rodillas): Bien anguladas.
- Corvejones: Bien descendidos. Los corvejones de vaca son altamente indeseables.
Pies
Redondos, compactos, con dedos bien arqueados y almohadillas bien desarrolladas.
Movimiento:
Movimiento desenvuelto y que cubra suficiente terreno; las extremidades anteriores y posteriores se desplazan en planos paralelos al eje del cuerpo.Manto
Pelo: El pelo es una característica distintiva de la raza; y debe ser corto y denso sin ondulaciones o flecos; al tacto debe dar la sensación de ser bastante duro. Tiene una capa de subpelo resistente al agua.
Color: Totalmente negro, amarillo o hígado/chocolate. El color amarillo varía desde el crema claro al rojo del zorro. Se permite una pequeña mancha blanca en el pecho.
Tamaño y peso:
Altura ideal a la cruz
- Machos: 56-57 cm.
- Hembras: 54-56 cm.
Faltas:
Cualquier desviación de los criterios antes mencionados se considera como falta y la gravedad de ésta se considera al grado de la desviación al estándar y de sus consecuencias sobre la salud y el bienestar del perro, y de la capacidad del perro para realizar su tarea tradicional.
FALTAS DESCALIFICANTES:
• Agresividad o extrema timidez.
• Cualquier perro mostrando claras señales de anormalidades físicas o de comportamiento.
• Los machos deben tener dos testículos de apariencia normal completamente descendidos en el escroto.
• Sólo los perros funcional y clínicamente saludables, con la conformación típica de la raza, deberán usarse para la crianza.
Nombres alternativos:
1. Lab, Labrador (inglés).
2. Labrador retriever, Labrador (francés).
3. Labrador (alemán).
4. Retriever do Labrador, Labrador, Lab (portugués).
5. Lab, Cobrador de Labrador, Perdiguero de Labrador, Labrador (español).