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Beagle
Gran Bretaña FCI 161 . Perros tipo sabueso de talla pequeña

El mayor defecto del Beagle es la desobediencia. Es muy testarudo y juguetón.

Beagle

Contenido

Valoraciones del "Beagle"

Es importante la convivencia que vas a tener con tu nuevo amigo. Antes de plantearte la adquisición de un perro de la raza "Beagle" debes conocer ciertos factores. No todas las razas de perros son aptas para vivir en un apartamento, debes tener en cuenta su carácter, su necesidad de ejercicio, su interacción con otras mascotas, sus cuidados y si tienes niños pequeños, su nivel de tolerancia hacia ellos.

Adaptación ⓘ

5,0 de 5 estrellas (basado en 1 reseña)

Perro amistoso ⓘ

5,0 de 5 estrellas (basado en 1 reseña)

Pérdida de pelo ⓘ

3,0 de 5 estrellas (basado en 1 reseña)

Nivel de afecto ⓘ

5,0 de 5 estrellas (basado en 1 reseña)

Necesidad de ejercicio ⓘ

5,0 de 5 estrellas (basado en 1 reseña)

Necesidad social ⓘ

5,0 de 5 estrellas (basado en 1 reseña)

Hogar ⓘ

2,0 de 5 estrellas (basado en 1 reseña)

Aseo ⓘ

1,0 de 5 estrellas (basado en 1 reseña)

Amigable con extraños ⓘ

4,0 de 5 estrellas (basado en 1 reseña)

Ladridos ⓘ

5,0 de 5 estrellas (basado en 1 reseña)

Salud ⓘ

3,0 de 5 estrellas (basado en 1 reseña)

Territorial ⓘ

1,0 de 5 estrellas (basado en 1 reseña)

Amistoso con gatos ⓘ

3,0 de 5 estrellas (basado en 1 reseña)

Inteligencia ⓘ

4,0 de 5 estrellas (basado en 1 reseña)

Versatilidad ⓘ

2,0 de 5 estrellas (basado en 1 reseña)

Amigable con niños ⓘ

5,0 de 5 estrellas (basado en 1 reseña)

Vigilancia ⓘ

5,0 de 5 estrellas (basado en 1 reseña)

Alegría ⓘ

1,0 de 5 estrellas (basado en 1 reseña)

Historia

Los orígenes del Beagle son confusos y remotos. En el año 350 a. C. Jenofonte ya describía a unos sabuesos que coinciden en la mayoría de detalles con el beagle.

Según se cree fueron los romanos quienes los llevaron a Inglaterra como cazadores de conejos y una vez allí fueron cruzados con sabuesos del lugar.

Los Talbot Houndson son considerados los ancestros del North Country Beagle, Southern Hound, el Beagle, y el Foxhound.

Entre el 1300 y el 1400 los Beagle alcanzaron un elevado grado de popularidad entre los monarcas británicos. Eduardo II y Enrique VII ya tenían jaurías de Glove Beagles, llamados así por su reducido tamaño, cabían en un guante e Isabel I tenía Beagles que solamente medían 22 centímetros. Las jaurías de sabuesos eran populares en casi todas las grandes propiedades campestres. Hacia el 1400, los Beagles ya se habían extendido por Gran Bretaña, Italia, Grecia y Francia aumentando así su popularidad (snoopy es un Beagle).

El nombre que recibe la raza tiene dos posibles orígenes. Por un lado se considera una derivación de la palabra celta «beag» que significa pequeño, mientras que por otro se sostiene que proviene de la palabra francesa «begueule» que significa boca abierta, quizá en referencia al estruendoso clamor que producen en el tracto cacario.

Características físicas


Son perros con aspecto musculoso en las patas, y pelaje suave y corto. A pesar de tener un aspecto musculoso y esbelto tienen tendencia a engordarse, ya que su apetito es casi insaciable. Por eso hay que poner mucha atención en su alimentación y no permitir que abusen de ello.

Tienen largas orejas. Sus colores suelen ser negro, marrón y blanco de cualquier variedad. Abundan los ejemplares de patas blancas, orejas marrones y cuerpo marrón y negro. Otra característica de la raza en su coloración es el negro intenso alrededor de sus ojos. Posee una altura mínima deseable a la cruz de 33 cm, y una altura máxima deseable a la cruz de 40 cm. Pesa entre 9 y 16 kilos.

Carácter y aptitudes

El Beagle siempre está alerta. Muy trabajadores, con gran energía y determinación, son perros vivaces, inteligentes y de temperamento uniforme: no muestran agresividad ni timidez.

La cercanía a sus propietarios

El Beagle posee casi todas las cualidades del perro de compañía ideal, siendo manso, cariñoso y amistoso, formando fuertes lazos con su gente. Son muy receptivos a sus emociones, sea cual sea su edad: comparten su alegría en los momentos felices y se solidarizan y apoyan en los momentos difíciles. Se le considera un excelente terapeuta para las personas psicológicamente debilitadas, sobre todo porque el hecho de que sea generalmente activo no le impide gustar también de la calma cuando es necesaria.

También es muy alegre y juguetón, y le encanta divertirse. Por ello, le gusta especialmente la gente que está dispuesta a jugar con él, sobre todo los niños.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que puede estar muy agitado cuando juega y, por ejemplo, morderá a la persona con la que está interactuando. Esto nunca es una señal de mal comportamiento, sino simplemente su forma de jugar. Sin embargo, es posible limitar estos comportamientos trabajando en ellos como parte de su educación.

Videos "Beagle"

Capacidad para manejar la soledad

Al ser un perro gregario, el Beagle prefiere la compañía a la soledad y necesita mucha interacción social durante el día. Suelen sufrir ansiedad por separación cuando su dueño está fuera y se les deja solos durante cualquier tiempo, incluso en un espacio conocido.

Por lo tanto, no es adecuado para alguien que pase la mayor parte de sus días fuera de casa y no pueda llevarlo consigo.

La relación con los niños

El Beagle es un perro que adora a los niños, en los que encuentra grandes compañeros de juego, y viceversa.

Su tendencia a morder a las personas con las que juegan puede ser problemática con los niños más pequeños, por lo que hay que vigilar de cerca sus interacciones, aunque esto es válido para cualquier raza.

También hay que señalar que a veces buscan la paz y la tranquilidad, y pueden reaccionar mal si se les molesta con un poco de insistencia. Por lo tanto, es importante para el bienestar de todos enseñar a los niños a respetar a su mascota y a entender su lenguaje corporal, tan pronto como su edad lo permita.

Llevarse bien con los desconocidos

Los beagles son muy sociables y suelen estar encantados de conocer a gente nueva, tanto si son invitados a la casa por sus dueños como si los conocen en un paseo, por ejemplo. No es de los que se muestran agresivos con los extraños, sino que se interesan por ellos y potencialmente esperan que jueguen con él o incluso le ofrezcan comida.

Instinto de protección

Debido a su carácter jovial y abierto, el Beagle no es de los que disuaden a los extraños de acercarse: es más probable que se acerque a ellos para conocerlos. Puede que levanten la voz en tales circunstancias, pero es más para expresar su curiosidad que para defender a su amo o su hogar.

En otras palabras, aunque esté siempre alerta, no tiene un verdadero instinto de protección, y no puede ser utilizado como guardia.

Obediencia

Al igual que muchas razas de perros de caza, el Beagle está acostumbrado a una cierta independencia mental, ya que debe ser capaz de tomar ciertas decisiones por sí mismo. En la vida cotidiana, esto significa que está lejos de ser un modelo de obediencia, e incluso puede ser bastante obstinado.

Esto significa que puede hacer pasar un mal rato a un maestro que no sabe cómo tratar con esto, especialmente debido a la falta de experiencia. Por lo tanto, un adoptante primerizo está mejor con otra raza.

Necesidad de ejercicio

El Beagle necesita pasar mucho tiempo al aire libre, y sólo puede estar cómodo si hace al menos 1,5 horas de ejercicio al día.

En otras palabras, no es una raza en absoluto adecuada para un amo que suele estar ausente, sedentario y/o físicamente débil.

Capacidad de trabajo

El Beagle ha nacido para la caza y, en general, para todas las actividades que requieren un olfato muy fino. Son muy persistentes en el cumplimiento de su misión: no sólo son vivaces e inteligentes, sino también audaces, con tanta determinación como energía.

Riesgo de fuga

El Beagle es un perro de caza por excelencia. Esto significa que su nariz le guía durante toda su vida, y nada le hace más feliz que oler y seguir un olor nuevo o interesante. Esto significa que el riesgo de fuga es alto y que el jardín debe estar vallado.

Por supuesto, esto también es un problema cuando se camina y se realizan otras actividades al aire libre. Por lo tanto, aprender a recordar es absolutamente crucial para poder considerar la posibilidad de dejarle vagar libremente, aunque esto no le exima necesariamente de estar equipado con un collar con GPS conectado para saber dónde está en todo momento si, a pesar de todo, sale a la calle. Dicho esto, muchos propietarios simplemente optan por utilizar la correa de forma sistemática.

Nivel de ruido

El Beagle es una raza de perro muy vocal: le gusta expresarse a través de su voz y aullar con fuerza. Sus ladridos son un verdadero lenguaje, y varían en función de lo que intentan comunicar y de su nivel emocional.

Hay muchos motivos por los que puede ladrar: curiosidad o ganas de avisar cuando oye un ruido externo, miedo, aburrimiento, búsqueda de atención, saludo, ansiedad por separación…

En cualquier caso, no es ciertamente la mejor opción para una persona que valora el silencio – o cuyos vecinos lo valoran.

Adaptación al cambio

El Beagle se adapta muy bien a los cambios, incluidos los cambios de estilo de vida y/o de entorno, por ejemplo después de una mudanza. Mientras permanezca con su maestro, su principal punto de referencia está ahí.

Llevarse bien con otros perros

El Beagle suele ser muy amistoso con otros perros, ya sea compartiendo casa con otro perro o conociendo a posibles nuevos compañeros de juego en los paseos y otras actividades. Por supuesto, su uso como perro de presa no es ajeno a esto.

Que viva bajo el mismo techo que uno de sus compañeros también puede ser una excelente manera de evitar que se sienta abandonado cuando sus dueños no están.

Llevarse bien con los gatos

Los beagles son muy apegados a todos los miembros de su familia. Para él, un gato que vive en la misma casa es un miembro de pleno derecho de su familia, sobre todo si está acostumbrado a estar con él desde su más tierna edad. Si no, hay que tener cuidado al principio de la convivencia e ir poco a poco, pero después tiene todas las posibilidades de ser armoniosa. Esto es tanto más cierto cuanto que la presencia del pequeño felino le ayuda a sentirse menos solo cuando sus amos están ausentes.

En cuanto a los gatos que pueda encontrar en el transcurso de sus andanzas, es mejor permanecer vigilante. De hecho, su instinto de caza puede imponerse y llevarle a perseguirlos.

La convivencia con otras especies

Incluso un Beagle que es simplemente un compañero doméstico sigue siendo básicamente un cazador. Si se encuentra u huele un animal pequeño (roedor, pájaro, etc.) en una excursión, es muy probable que vaya tras él y le haga algo.

Las cosas son normalmente muy diferentes en el caso de un animal que comparte su hogar y que está acostumbrado a ver desde sus primeros meses. Lo considera un miembro de su familia y no tiene motivos para atacarlo. Sin embargo, no existe el riesgo cero…

Observaciones

Generalmente tienen una forma de sentarse muy peculiar, sin apoyarse en las patas, sino más bien en los muslos y en las nalgas, dejando las extremidades traseras extendidas completamente en el suelo.

Educacción

Facilidad de formación

El Beagle no es ciertamente una de las razas más fáciles de entrenar. Suelen ser bastante testarudos u olvidadizos, por lo que su adiestramiento requerirá probablemente una buena dosis de paciencia y/o creatividad.

Por lo tanto, no es recomendable para un novato, que pronto se vería abrumado por su propensión a ser indiferente a las órdenes o a interesarse por otras cosas.

Por otro lado, una vez que se sabe cómo llamar su atención, es posible enseñarle todo y controlar sus acciones. En particular, será capaz de escuchar y ejecutar órdenes incluso cuando haya mucho ruido y distracciones alrededor. En otras palabras, para una persona experimentada que sabe cómo hacerlo (aunque a veces tenga que recurrir a la ayuda de un adiestrador de perros profesional), la paciencia y la perseverancia acaban dando sus frutos. Dadas sus cualidades, merece la pena el esfuerzo.

Método de formación

Al ser un perro muy inteligente, el Beagle hace la conexión entre las órdenes y las acciones con bastante rapidez.

Sin embargo, esto no significa que haga lo que se le dice. Puede ocurrir que no vea el sentido de lo que se le pide, pero no es lo más frecuente: la mayoría de las veces está deseoso de complacer a su amo… siempre que su mente no esté ocupada por otra cosa. Aquí es donde radica el problema: en particular, su sentido del olfato puede convertirse rápidamente en una distracción, especialmente porque es curioso y tiene un instinto de caza muy desarrollado. Esto puede dificultar un poco el adiestramiento -y la posterior obediencia-.

El método correcto de adiestramiento de un Beagle, el que es la clave del éxito, es por tanto trabajar la concentración, y más concretamente la concentración en las órdenes de su amo. Por lo tanto, no hay que escatimar en refuerzos positivos, es decir, en recompensas (golosinas, caricias, estímulos, etc.) cuando reacciona al ser llamado por su nombre, mira a su amo mientras espera instrucciones y, por supuesto, las sigue.

Socialización

Como todos los perros, el Beagle necesita una socialización temprana. Desde los primeros meses de vida, el cachorro necesita estar acostumbrado a conocer a todo tipo de personas, otros perros y otras especies, y estar expuesto a todo tipo de experiencias, olores y sonidos. Esta etapa de su vida es muy importante para su desarrollo cognitivo y mental, para que esté bien equilibrado el resto de su vida.

Si adopta un perro de un criador, normalmente ya habrán hecho mucho trabajo en esta área, especialmente si sólo lo sueltan a los 3 meses de edad, ya que el período entre los 2 y los 3 meses es el más crucial. Sin embargo, sigue siendo necesario continuar en las semanas y meses siguientes a la adopción.

Aprender las reglas

Todo perro necesita reglas claras para encontrar su lugar en el hogar. Estas reglas son aún más esenciales para el éxito de la convivencia en el caso del Beagle, que suele hacer lo que le da la gana.

Son fácilmente asimilables, ya que permanecen iguales en el tiempo y en el espacio, así como de una persona a otra. Por lo tanto, incluso antes de su llegada al hogar, todos los miembros de la familia deben acordar lo que se permitirá y lo que no, y luego atenerse a ello. Por ejemplo, no se puede permitir que una persona haga lo que otra prohíbe, o tolerar ciertos comportamientos de cachorro que luego se reprenderán de adulto.

Esta labor de definición puede requerir también un pequeño esfuerzo educativo con los niños, para que comprendan que las normas que se les pide que respeten no están hechas para molestar al animal, sino para permitirle vivir en armonía entre su familia.

Lo primero que hay que aprender

A menos que quiera tener a su perro con correa el resto de su vida, enseñarle a recordar debería ser una prioridad para cualquier propietario de un Beagle, dada su propensión a seguir olores y, por tanto, a emprender el vuelo. Si las condiciones de seguridad lo permiten, lo ideal es dejar a su Beagle deambular sin obstáculos desde una edad temprana, para que se acostumbre a no estar enganchado mientras está cerca de su dueño. En cualquier caso, mientras el recuerdo no esté perfectamente integrado, es importante premiarle cada vez que regrese tras ser llamado.

También es importante controlar su tendencia a masticar desde muy pequeño, para que lo haga en objetos destinados a este fin, y no en las manos de su amo o en los muebles de la casa, por ejemplo. Si no se detiene al perro inmediatamente cuando empieza a morder a la persona con la que está jugando, por ejemplo, diciéndole un «¡No!» firme, deteniendo la sesión de juego e ignorándolo, existe un gran riesgo de que vuelva a ocurrir un día de adulto. La mordida de un Beagle adulto es, obviamente, mucho menos divertida y mucho más peligrosa que el mordisco de un cachorro pequeño. Sin embargo, sigue siendo inevitable masticar, ya que así alivia el dolor de las encías. Lo único que hay que hacer es proporcionarle juguetes para morder, y asegurarse de que limita este comportamiento a estos objetos.

Salud

Esperanza de vida

De 12 a 15 años

El Beagle suele ser bastante robusto y tiene una esperanza de vida superior a la media de otras razas de perros.

Resistencia al frío y al calor

El pelaje corto del Beagle hace que no tema el calor. Por el contrario, mientras el frío no sea extremo, la densidad de su pelaje le permite soportarlo perfectamente.

Así, es capaz de vivir en casi cualquier clima.

Enfermedades

La buena salud general del Beagle no impide que sea especialmente propenso a ciertas enfermedades, como cualquier otra raza. Son los siguientes:

  • La displasia de cadera, una malformación del cuello del fémur cuya aparición puede verse favorecida por un factor hereditario. El hecho de que el hueso no encaje perfectamente en la articulación de la cadera provoca dolor y cojera, así como la aparición de artrosis a medida que el animal envejece;
  • Enanismo, que hace que el perro sea más pequeño de lo normal y puede ir acompañado o no de otras anomalías físicas, como unas patas extremadamente cortas;
  • Síndrome chino, también conocido como síndrome de Musladin-Lueke: los individuos con este síndrome crecen con normalidad, pero tienen un cráneo grande y ojos rasgados. Además, suelen tener problemas cardíacos y anomalías en los dedos de los pies;
  • El hipotiroidismo, un trastorno de la tiroides que provoca una alteración del metabolismo del animal, con consecuencias potencialmente numerosas: pérdida de pelo, obesidad, trastornos de la piel, dificultad para respirar, gran fatiga, etc. La enfermedad no puede curarse en sentido estricto, pero existen tratamientos que permiten reducir en gran medida los síntomas;
  • Deficiencia selectiva de inmunoglobulina A (Ig A), que afecta a las proteínas que defienden al organismo contra los agentes infecciosos. Puede tener diversas consecuencias: infecciones cutáneas, respiratorias y digestivas, e incluso infecciones de oído y del tracto urinario. Aunque todavía no se ha establecido con certeza, parece que esta deficiencia es hereditaria, por lo que no se recomienda la reproducción de los sujetos afectados;
  • La epilepsia, una condición neurológica que es mayormente hereditaria, pero que también puede ocurrir sin afectar a los familiares (cercanos o lejanos). Provoca convulsiones que pueden ser muy impresionantes, pero el tratamiento de por vida puede reducir su número o intensidad. Como resultado, la mayoría de los individuos afectados son capaces de llevar una vida casi normal;
  • La dermatitis atópica, una enfermedad crónica y hereditaria en la que la piel del perro no actúa como barrera protectora. Esto le predispone a desarrollar diversas alergias;
  • Demodecia, enfermedad causada por un parásito que se caracteriza por la caída local o extensa del cabello, enrojecimiento y picor, etc. Se da con mayor frecuencia en cachorros de entre 3 y 12 meses de edad, debido a su débil sistema inmunitario;
  • Infecciones de oído (otitis, etc.), ya que sus grandes y flexibles orejas pronto atrapan el aire y proporcionan un entorno para que se acumule la humedad y la suciedad.

El «Beagle» también es propenso a varias afecciones oculares:

  • Prolapso de la glándula nictitante, u «ojo de cereza», que hace que la glándula situada bajo el tercer párpado parezca una cereza en el rabillo del ojo. A menudo se requiere una operación para eliminarlo. Dado que la técnica quirúrgica utilizada es mínimamente invasiva, el pronóstico es bueno y las recidivas son muy raras;
  • El glaucoma, que es una presión anormalmente alta en el ojo, con daños irreversibles muy rápidos e incluso ceguera, a menos que se trate muy rápidamente. Esta enfermedad suele tener un origen hereditario;
  • Atrofia progresiva de la retina del tipo APR-CSNB, un trastorno ocular degenerativo que provoca una alteración de la visión nocturna. Esta enfermedad es hereditaria e incurable.

Riesgo de obesidad

A pesar de que suelen ser bastante activos, los Beagles son propensos a la obesidad debido a su codicia, especialmente si han sido castrados. Esto puede provocar muchos problemas de salud o agravar las enfermedades existentes. Además, representa un verdadero círculo virtuoso: como en los humanos, cuanto más peso gana un individuo, menos activo es, y por tanto… más engorda.

Por lo tanto, evitar que su perro sea obeso debería ser una prioridad para cualquier propietario que desee mantenerlo en buen estado de salud. Para ello, además de vigilar su dieta, es necesario pesarlo una vez al mes (o incluso más), para notar rápidamente cualquier desviación.

Si se confirma en la siguiente medición, no hay que esperar a llevarlo al veterinario, ya que es poco probable que el problema se resuelva espontáneamente, sino todo lo contrario. De hecho, sólo un profesional de la salud puede identificar la causa de este aumento de peso (alimentación inadecuada, cantidades excesivas distribuidas, enfermedad, reacción a un tratamiento, etc.) y, por tanto, indicar cómo remediarlo.

Causas de mortalidad

El hecho de que el Beagle goce generalmente de buena salud queda ilustrado por un estudio realizado en 2004 por el Kennel Club y la Asociación Veterinaria Británica de Pequeños Animales: un tercio de las muertes observadas están relacionadas con el cáncer, y la vejez es la segunda causa de muerte, con un 16% de los casos. Los problemas cardíacos completan el podio, con un 12%.

Adopción saludable

Aunque el Beagle suele llevar una vida sana, muchas de las enfermedades a las que es propensa la raza son o pueden ser hereditarias. Por lo tanto, es importante adoptar de un criador serio: esto ofrece la mejor garantía de obtener un cachorro que no sólo ha sido bien socializado desde sus primeras semanas de vida, sino que también está sano y se mantiene así.

En efecto, un profesional digno de ese nombre no se contenta con cuidar lo mejor posible a los cachorros durante sus primeras semanas de vida, antes de entregárselos: hace pasar sistemáticamente a los perros que piensa criar por diversas pruebas, con el fin de evitar cualquier posible transmisión de un defecto hereditario. Por lo tanto, si el criador no puede presentar los resultados de estas pruebas realizadas a los padres o al cachorro, es mejor pasar.

El criador también debe poder proporcionar un certificado de buena salud de un veterinario, así como detalles de las vacunas recibidas por el cachorro (registradas en su libreta de salud o de vacunación).

Fragilidad durante el crecimiento

El Beagle termina de crecer entre los 12 y los 15 meses de edad, y es especialmente frágil durante este periodo, sobre todo cuando aún no tiene 6 meses.

Como sus huesos y músculos aún se están desarrollando, no hay que ejercitarlo durante demasiado tiempo ni con demasiada intensidad ni, por ejemplo, hacerle subir y bajar escalones: no sólo correría el riesgo de sufrir lesiones a corto plazo, sino también problemas a largo plazo (deformidades, secuelas, etc.) que podrían incapacitarlo de por vida.

Mantener una buena salud

Adoptar un perro que presente las mejores garantías en cuanto a salud y cuidarlo durante los primeros meses si es un cachorro no exime, por supuesto, de preocuparse por su salud después.

La prevención también es fundamental: llevarle periódicamente (al menos una vez al año, y más cuando se haga mayor) a una revisión sanitaria completa en el veterinario, aunque en apariencia todo esté bien, es esencial para detectar a tiempo cualquier posible problema y, en su caso, tratarlo en las mejores condiciones. También es una oportunidad para asegurarse de que está al día con sus vacunas, haciendo que reciba las vacunas de refuerzo necesarias.

Además, su dueño debe asegurarse de que renueva sus tratamientos antiparasitarios a lo largo del año, siempre que sea necesario, para que nunca deje de estar protegido. Obviamente, esto es aún más crítico si pasa muchas horas al aire libre, por ejemplo, cuando caza.

Aseo

El Beagle es, en general, una raza de bajo mantenimiento.

Cuidado del abrigo

Lo ideal es cepillar al Beagle una vez a la semana para desenredar el pelaje, eliminar el pelo muerto y favorecer el rebrote. Al tratarse de una raza de perro de pelo corto, esto no es complicado ni requiere mucho tiempo.

Sin embargo, es importante recordar que su piel es bastante frágil, así que aprovecha la sesión de cepillado para comprobar si hay llagas o sarpullidos, o incluso signos de infección: enrojecimiento, sensibilidad o inflamación de la piel, la nariz, los ojos, las patas, etc.

Por otro lado, su pelaje tiende a engrosarse en invierno, y muda mucho en primavera. Es necesario optar por una mayor frecuencia de cepillado durante los períodos de muda, es decir, varias veces a la semana.

Baños

El pelaje del Beagle suele permanecer limpio, por lo que no necesita un baño frecuente, a menos que, por supuesto, se haya ensuciado especialmente. En cualquier caso, no debe hacerse más de una vez al mes, ya que dañará la piel, que es más frágil que la media.

También es importante utilizar siempre un champú especialmente diseñado para perros.

Cuidado de los oídos

Como todos los perros con orejas caídas, el Beagle necesita cuidados especiales en esta zona. En efecto, como el aire no circula muy bien en ellas debido a esta particularidad morfológica, el riesgo de infecciones aumenta.

Por ello, es importante inspeccionarlos y limpiarlos al menos una vez a la semana para evitar la acumulación de suciedad o humedad. También hay que tomarse el tiempo de secarlas después de que hayan estado en el agua o en un ambiente húmedo durante mucho tiempo. También hay que revisarlos inmediatamente si sacuden la cabeza más de lo habitual o se rascan las orejas. En caso de duda o si están especialmente sucios, no dude en consultar a un veterinario.

Cuidado de los ojos

Como con cualquier perro, los ojos del Beagle deben revisarse semanalmente y limpiarse si es necesario. Esto reduce el riesgo de infecciones y ayuda a detectar cualquier enfermedad lo antes posible, especialmente porque esta raza tiene un riesgo de glaucoma superior a la media.

Cuidado de los dientes

Durante la sesión semanal de mantenimiento del Beagle, los dientes deben ser cepillados con un cepillo para perros o con un bol de dedos para evitar la acumulación de sarro causada por la placa. La placa puede provocar no sólo mal aliento, sino también y sobre todo enfermedades con consecuencias a veces graves.

Si es posible, se debe realizar una limpieza aún más frecuente, ya que lo ideal es una limpieza diaria. En cualquier caso, es necesario utilizar una pasta de dientes especialmente diseñada para perros.

Cuidado de las uñas

Una vez que el Beagle está suficientemente ejercitado, el desgaste natural hace que no sea necesario cortarle las uñas manualmente. Sin embargo, si no es así y las uñas se vuelven demasiado largas, deben recortarse con un cortaúñas canino especial, ya que, de lo contrario, pueden interferir con el paseo normal, romperse y/o lesionar al perro.

Revisar una vez al mes es un buen hábito que hay que adquirir, así como escuchar de vez en cuando: si oyes una especie de chasquido cuando camina por un suelo duro, significa que sus garras están rozando en él. Esta es la señal de que es el momento de recortarlas.

Mantenimiento al llegar a casa

Tanto si se trata de un Beagle como de otra raza, cuando un perro acaba de pasar largas horas al aire libre, es conveniente adquirir el hábito de inspeccionar su pelaje y sus patas al llegar a casa, en busca de parásitos, púas, arañazos, cortes u otras lesiones.

Esto es especialmente útil para un perro que se utiliza para la caza, ya que esta actividad supone una mayor exposición a estos peligros.

Introducción a la peluquería

El acicalamiento del pelaje, los ojos, las orejas, los dientes y las garras del Beagle no debe hacerse al azar: todo propietario debe saber cómo hacerlo, ya que de lo contrario puede herir o incluso dañar al perro. Por lo tanto, la primera vez puede ser útil pedir a un veterinario o a un peluquero que le enseñe cómo hacerlo.

También es muy importante acostumbrar al perro a todas estas manipulaciones desde muy pequeño, cuando es más maleable, para que le parezcan normales y no se rebele. Las sesiones de mantenimiento serán más tranquilas y agradables para todos.

Alimentación

Alimentos recomendados

Al alimentar a un Beagle, es mejor dar preferencia a las croquetas que contienen una gran cantidad de carne, ya que son más ricas en proteínas. Debido a su alto nivel de ejercicio, necesita más proteínas que muchos otros perros.

A no ser que se tenga una gran experiencia en el tema, se debe evitar la comida «casera», ya que es difícil encontrar el equilibrio perfecto, sobre todo porque es fácil que desarrolle sobrepeso si su dieta está mal calibrada, y las proporciones necesarias de cada nutriente en su dieta pueden cambiar con el tiempo.

Este es el caso, sobre todo, si el perro está acostumbrado a cazar y, por lo tanto, gasta más de lo habitual durante ciertos periodos. En este caso, hay que aumentar la cantidad de comida de vez en cuando para satisfacer sus mayores necesidades, pero también hay que revisar el contenido de su cuenco para que se corresponda con la dieta recomendada para un perro de caza. Por ejemplo, es importante que reciba altas cantidades de grasas y proteínas de buena calidad y fácil digestión. Una vez terminada la temporada de caza, es importante, por supuesto, volver a las raciones habituales para evitar el aumento de peso.

Alimentación de los cachorros

Ya sea un Beagle o un representante de otra raza, la dieta de un cachorro influye no sólo en el presente, sino también en el futuro. Es el «combustible» que permite a su cuerpo crecer y formarse adecuadamente. Un individuo que no se alimenta adecuadamente (tanto cuantitativa como cualitativamente) durante este periodo crucial corre el riesgo de sufrir un retraso en el crecimiento, que puede repercutir en el resto de su vida. Por otro lado, si la comida que se le da al bebé es demasiado rica, es probable que crezca demasiado rápido: esto puede provocar lesiones, problemas articulares, deformidades, etc., con posibles consecuencias para toda la vida.

Por lo tanto, no hay que dudar en buscar la experiencia de un veterinario para actuar de la mejor manera posible, sobre todo porque sus necesidades nutricionales cambian constantemente a lo largo de su período de crecimiento.

Frecuencia de las comidas

Dividir la ración diaria en al menos dos comidas y dárselas a una hora fija es uno de los mejores hábitos que hay que adoptar a la hora de alimentar a tu Beagle.

Esto se debe a que el Beagle sabe que puede contar con una segunda comida más tarde en el día y, por lo tanto, es menos probable que la pida. También genera confianza en el propietario, ya que el perro puede ver que puede confiar en él para satisfacer sus necesidades alimentarias.

Evitar la obesidad

Los beagles son muy glotones y, por lo tanto, presentan un riesgo real de obesidad si comen más de lo que deberían en su nivel de actividad.

Ayudado por su desarrollado olfato, no duda en buscar comida por toda la casa, empezando por la basura. Y cuando encuentra comida, rara vez se detiene antes de la última miga. Por eso, asegúrate de que no pueda rebuscar en la basura y pon su comida y sus golosinas en un lugar seguro e inaccesible y/o en un recipiente difícil de abrir, como una caja. Es mejor evitar las bolsas y fundas, que puede romper fácilmente.

En cuanto a las golosinas, es mejor no abusar de ellas, aunque sean un gran aliado para conseguir sus objetivos en su educación. En cualquier caso, se recomienda optar por productos bajos en grasa y adquirir el hábito de deducir de su ración diaria el aporte calórico que representan.

Su propensión al sobrepeso también significa que no hay que ceder a su mirada implorante cuando pide comida en la mesa, ni darle las sobras: aparte de que ciertos platos muy apreciados por los humanos son tóxicos para sus compañeros, hay pocas posibilidades de que satisfagan sus necesidades nutricionales.

Hidratación

Como cualquier perro, el Beagle debe tener agua fresca disponible en todo momento.

Esto es especialmente importante cuando el perro está sometido a un gran estrés, por ejemplo, durante la caza. Es prudente llevar suficiente agua para él y ofrecerle un trago con regularidad, pues de lo contrario puede recurrir a charcos, estanques y otras fuentes de agua potencialmente insalubres.

Comprar un "Beagle"

En cualquier caso, la cantidad de dinero necesaria para adoptar un Beagle depende esencialmente del prestigio del criadero, de la calidad de la línea de la que procede el animal, pero también y sobre todo de sus propias características, en particular de sus características físicas, es decir, de su proximidad al estándar de la raza y de sus posibles predisposiciones a la caza.

En Europa

El precio de un cachorro de Beagle puede variar mucho, desde algo menos de 500 euros hasta casi 1.500 euros.

Sin embargo, la mayoría de las veces ronda los 1.000 euros, sin que haya diferencias significativas entre machos y hembras. Puede esperar pagar alrededor de 1200 euros por un individuo cuyas cualidades lo predestinen para las exposiciones o la cría.

Imágenes Beagle

Vídeos Beagle

Tipo y reconocimientos:

  • CLASIFICACIÓN FCI: 161
  • Grupo 6: Perros tipo sabueso, perros de rastro y razas semejantes
  • Sección 1.3: Perros tipo sabueso de talla pequeña.. Con prueba de trabajo..

Federaciones:

FCI , AKC , ANKC , CKC , ​KC , NZKC , UKC

Estándar FCI de la raza "Beagle"

Origen:
Reino Unido, Inglaterra

Fecha de publicación del estándar original válido:
13.10.2010

Utilización:

Perro de tipo sabueso.



Apariencia general:

Es un perro de estructura corporal compacta y robusta, que da la impresión de calidad sin ser tosco.

PROPORCIONES IMPORTANTES: La distancia entre el occipucio y la punta de la nariz, dividida por el stop, en dos partes lo más iguales posible. La altura hasta el codo es casi la mitad de la altura a la cruz.



Comportamiento / temperamento:

Es un perro alegre, cuya función esencial es la de cazar principalmente a la liebre siguiendo su rastro. Es audaz y desarrolla una gran actividad con determinación y tenacidad. Es alerta, inteligente y posee un temperamento equilibrado. Es amable y vigilante, no muestra agresividad ni timidez.

Cabeza:

De longitud adecuada. Es potente, sin ser tosca, más fina en la hembra, libre de arrugas y sin fruncir el ceño.

Región craneal:
  • Cráneo: Ligeramente abombado, moderadamente amplio con una cresta occipital leve.
  • Depresión naso-frontal (Stop): Está bien definida.

Región facial:

  • Nariz: Ancha, negra de preferencia, aunque se permite una pigmentación atenuada en ejemplares de colores claros. Ventanas amplias.
  • Hocico: No es puntiagudo.
  • Labios: Razonablemente desarrollados.
  • Mandíbulas / Dientes: Las mandíbulas deben ser fuertes, con una mordida de tijera perfecta, regular y completa, es decir, que los incisivos superiores se superponen estrechamente a los inferiores y son implantados verticalmente en los maxilares.

OJOS: Color pardo oscuro o avellana, bastante grandes, ni hundidos ni prominentes, bien separados uno de otro, con una expresión dulce y simpática.

OREJAS: Largas, con la punta redondeada la cual alcanza cerca del extremo de la nariz cuando las orejas son dirigidas hacia adelante. De inserción baja, textura fina, cuelgan graciosamente pegadas a las mejillas.

Cuello:

Suficientemente largo para permitir al sabueso inclinarse durante el rastreo; ligeramente arqueado y muestra una pequeña papada.

Cuerpo:

Corto en la zona renal, pero bien balanceado. Línea superior: Recta y nivelada.

  • Lomo: Poderoso y flexible.
  • Pecho: Desciende hasta debajo de los codos. Costillas bien arqueadas que se extienden perfectamente hacia atrás.
  • Línea inferior y vientre: No excesivamente levantado.

Cola:

Fuerte y moderadamente larga. De inserción alta, es llevada alegremente, pero no enroscada sobre la espalda o inclinada hacia adelante desde su raíz. Bien cubierta de pelo, sobre todo en su parte inferior.

Extremidades

MIEMBROS ANTERIORES:

  • Hombros: Omóplatos colocados hacia atrás, no pesados. Codos: Firmes sin desviaciones hacia afuera o hacia adentro.
  • Antebrazo: Miembros anteriores rectos, verticales y bien colocados bajo el cuerpo; con buena sustancia y huesos redondos. Los miembros no disminuyen hasta los pies.
  • Metacarpos: Cortos.
  • Pies anteriores: Compactos y firmes. Bien articulados, con almohadillas fuertes. No presenta pies de liebre. Uñas cortas.

MIEMBROS POSTERIORES:

  • Muslos: Musculosos.
  • Rodillas: Anguladas.
  • Articulaciones tibio-tarsianas: Firmes, de colocación baja y paralelas entre sí.
  • Pies posteriores: Compactos y firmes. Bien articulados, con almohadillas fuertes. No presenta pies de liebre. Uñas cortas.

Movimiento:

Espalda nivelada y firme; el perro no se balancea en su movimiento. Zancada libre, con un alcance largo y recto en el frente sin acción alta; los miembros posteriores muestran buen impulso. No debe presentar un movimiento estrecho, ni un movimiento circular hacia afuera o cruzamiento en el frente.

Manto

Pelo: Corto, denso, resistente a las intemperies.

Color:

  • Tricolor (negro, fuego y blanco);
  • azul, blanco y fuego,
  • manchado color tejón,
  • manchado color liebre,
  • manchado color limón,
  • limón y blanco,
  • rojo y blanco,
  • negro y blanco,
  • totalmente blanco.

Con excepción de los totalmente blancos, todos los colores antes mencionados pueden ser encontrado como moteados. No se permite ningún otro color. La punta de la cola es blanca.



Tamaño y peso:

Altura mínima deseable hasta la cruz: 33 cm. Altura máxima deseable hasta la cruz: 40 cm.



Faltas:

Cualquier desviación de los criterios antes mencionados se considera como falta y la gravedad de ésta se considera al grado de la desviación al estándar y de sus consecuencias sobre la salud y el bienestar del perro y de la capacidad del perro para realizar su tarea tradicional.

FALTAS DESCALIFICANTES:

  • Agresividad o extrema timidez.
  • Cualquier perro mostrando claras señales de anormalidades físicas o de comportamiento.


N.B.:
  • Los machos deben tener dos testículos de apariencia normal completamente descendidos en el escroto.
  • Sólo los perros funcional y clínicamente saludables, con la conformación típica de la raza, deberán usarse para la crianza.

Fuente: F.C.I - Fédération Cynologique Internationale

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